PROBLEMAS EN LA FAMILIA
La dificultad para negociar y definir roles entre la pareja
Vivimos un modelo de transición en que aún coexisten patrones tradicionales de estructura familiar con otros modernos. "Al no existir un modelo de normalidad para ser imitado por la pareja actual, el gran desafío es desarrollar nuevas habilidades para crear su propio modelo". Entre los acuerdos que se necesita negociar están, por ejemplo, qué tiempo asignar a la relación padres–hijos y a la de pareja, y en qué orden; a qué hijo atender primero y por cuánto tiempo, etc. "La tarea es difícil, pero no imposible, y muchas veces genera conflictos debido a la lealtad primaria irracional con la familia de origen. Cada uno se incorpora a la familia con su mochila y dice a mí me educaron de esta manera entonces, yo replicaré este modelo porque estoy convencido de que es bueno".
Hay etapas más críticas en la definición de roles, como cuando la mujer se siente con más tiempo libre porque los hijos crecieron, y decide retomar su trabajo, o cuando hay mucha disparidad en el desarrollo emocional y afectivo de los miembros de la pareja. Otro factor que complica la definición de roles tiene relación con la pugna por quién tiene el poder dentro de la pareja y la familia, lo que se termina "en una competencia permanente de quién tiene la razón, quién manda en cualquier cosa, en el desautorizar al otro delante de los hijos, en rebatir casi por principio lo que el otro dice, sobre todo delante de terceros". Un factor conciliador en la negociación es el que los interlocutores se consideren pares. "Aquí no puede haber uno más sabio o más maduro o más sano síquicamente. Hay quienes han comparado la familia con el mundo de las empresas. Y la necesidad de constituir una "sociedad parental y conyugal" es indispensable en el mundo que nos toca vivir".
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